miércoles, 20 de marzo de 2013

Muy poco fanáTICa de las TIC



Cuando mis compañeros del blog me han dicho que teníamos que buscar aproximadamente diez aplicaciones tecnológicas que utilizamos en nuestro día a día, me ha entrado pánico: ¿tantas? ¿Yo, que soy una de las personas menos “modernas” en este sentido? Vamos a ver, el móvil que utilizo puede definirse tranquilamente como paleolítico, ya que ni siquiera aparece en las tiendas de segunda mano, pero sí, también es cierto que tengo otro, porque uno es para la sim italiana y otro para la sim española, pero éste, a pesar de que se puede considerar un pelín más actual (cuenta con una cámara de fotos, que se puede considerar todo un progreso) tampoco está a la altura de los de mis colegas, que aquí me riñen porque “Venga, Leti, ¿cómo es posible que no tengas whatsapp? Que sí, que sí, y tampoco soy la única, por lo visto. Es cierto que hoy en día represento una minoría, una especie en peligro de extinción, podríamos decir, pero tampoco tengo que padecer discriminaciones por mis “desaficiones” tecnológicas. Todavía pertenezco a aquella generación, más cercana a la de los padres seguramente, que afirma que “el móvil sirve para llamar”. Bromas aparte, no quiero que os hagáis la idea de que no valoro la importancia de las TIC en la sociedad actual, puesto que sería de locos no considerar las grandes aportaciones que estas herramientas han aportado, a una era que se podría llamar la Revolución Moderna. No se trata del primer gran descubrimiento en la historia humana: la escritura supuso un cambio radical para la vida del hombre, al igual que la creación de la imprenta, muchos siglos después. Al mismo tiempo, la revolución industrial transformó totalmente la concepción del trabajo a finales del siglo XIX, conllevando importantes mejoras en la productividad. En este sentido, la máquina a vapor fue para la revolución industrial lo que el ordenador representa en la revolución informática: detonante y símbolo. La introducción de la informática ha permitido dar un salto notable en todos los aspectos relacionados con el ahorro del tiempo, energías, dinero, en todos los ámbitos laborales y, sobre todo, en la vida diaria, de manera tan impactante que no se puede concebir un mundo sin la tecnología. Sencillamente porque nos hacen la vida más facil. Y esta es mi concepción de las TIC: puramente utilitaria. No soy dependiente de éstas, no baso mi vida en el número de amigos que cuento en Facebook, no vivo para comentar cada dos por tres en Twitter, sino que las manejo para mi propia utilidad y conveniencia.
Aun así, cabe subrayar que en este momento de mi vida, lejos de mi país nativo, mi pequeño portátil se ha convertido en el instrumento fundamental de mi cotidianeidad, puesto que representa la puerta de comunicación con mi mundo. Durante el máster, pues, tengo que admitir que las TIC han tomado el control casi total de mi vida, tanto que me sentiría totalmente perdida en el caso de que le pasara algo a mi PC. Ni siquiera puedo imaginármelo. Y ahora os voy a demonstrar el porqué. 
Al despertarme, enciendo el ordenador. Bueno, no se trata precisamente de lo primero que hago, pero antes de salir de casa TENGO QUE ponerlo en marcha. Es una necesidad fisiológica, porque necesito saber qué ha ocurrido en mi país. Para ello, las páginas de los periódicoson-line son una herramienta fundamental, sobre todo porque aquí no tendría manera de leer la versión en papel. A continuación, abro la página web de mi correo electrónico: reviso la cuenta en libero repetidas veces al día, para pedir y recibir informaciones, intercambiar materiales, ver las notificaciones pendientes de mis redes sociales. Seguidamente, para acabar el tríptico de la sección que podríamos llamar “me informo”, accedo al campus virtual de la Universidad de Alicante, para averiguar si hay nuevos materiales, noticias, avisos... más que nada para asegurarme de que no haya algún cambio en mi horario y que todo siga sin alteraciones. Bien, ahora estoy lista para salir de casa.
Otra parte fundamental de mi día día está represantado por unas pocas “redes sociales”, que me permiten compensar la distancia o ausencia de familia, amigos, novio, etc. La primera herramienta es skype, a través del cual puedo comunicarme “cara a cara” gratuitamente con estas personas, haciendo vídeollamadas o chateando. La segunda es facebook, que la empecé a utilizar en 2007 bajo la “obligación” de mis amigas. A partir de entonces, esta red se ha conquistado en un espacio cada vez más grande en mi vida, porque no solamente me permite comunicarme a coste cero con “mis amigos”, por ejemplo a través de mensajes privados de grupo, sino también me ayuda a permanecer al día, a formar parte de cambios o momentos importantes de mis contactos, puedo enterarme de sus novedades profesionales, de rupturas de relación (si, vamos, es un poco para cotillear, lo reconozco). Es posible colgar y compartir fotos, imágenes, permanecer en contacto o, por qué no, volver a saber qué le ha pasado a una persona que conociste hace tiempo y que, gracias a Facebook, ha vuelto a contactar contigo.
Otro apartado de mis TIC tiene que ver con “estudio-trabajo”; en este ámbito encontramos las herramientas que utilizo para “formarme”, como los diccionarios online. El DRAE es imprescindible para solucionar dudas hamlerianas en relación con la ortografía (sobre todo para averiguar que el término que quiero utilizar no sea
ITAÑOLO). Lo mismo se puede decir del diccionario wordreference, extremadamente útil para las traducciones y la preparación de glosarios terminológicos, o para encontrar sinónimos y antónimos en castellano (a la hora de redactar un texto, siempre hay que contar con un amplio repertorio de posibilidades lingüísticas). Además, ¿quién no utiliza hoy en día las las aplicaciones de microsoft ? No me refiero únicamente a Word, imprescindible para escribir textos, sino también a Excel o Power Point, que cuando trabajaba utilizaba para dibujar tablas (pedidos, precios, listado de clientes) o para preparar exposiciones (resultados de las ventas, análisis de mercados, etc.).
Otra sección podría denominarse “tiempo libre” y en ésta aparecen páginas web que me permiten disfrutar de imágenes, música y películas: una compañera incansable de mis días aquí es la aplicación online de mi radio favorida, studio delta, que además me ayuda a ponerme al día con las últimas novedades musicales, fechas de conciertos, etc. Para las películas, ya que tanto en Italia como en España es prácticamente imposible ver una película en lengua original, me la descargo directamente de la página de cineblog y la veo cómodamente en casa en mi PC. Finalmente, también youtube forma parte de este apartado, aunque en realidad he descubierto que permite encontrar materiales útiles para la didáctica (vídeos, reportajes, documentales).
 Con respecto al último apartado, “compras”, cabe subrayar que con la consistente disminución de mis ahorros personales ahora ya no forma parte de mi vida diaria. Cuando trabajaba, en cambio, pasaba tardes enteras buscando artículos en la red, comparando los precios con otras páginas, etc. (sobre todo se trataba de ropa). Vamos, soy coqueta, lo sé. Y la verdad es que, ahora mismo, ya no bajo a las tiendas. Toda esta gente que empuja, tener que ponerse en una cola interminable para los probadores, y para pagar, ¡qué va! ¡Si ahora la mayoría de las empresas del fast fashion te permite incluso hacer una visita virtual en el probador! Cuando me gusta algo, lo compro, con un click, y me viene directamente a casa...es decir, lo más comodo que hay. La compra online la realizo también para billetes de avión, trenes, vacaciones, etc. Se ahorra tiempo y, en muchos casos, dinero.
Aquí concluye mi recorrido por las TIC. La verdad es que, gracias a este trabajo, me he dado cuenta de que en realidad las aplicaciones tecnológicas forman parte de mi vida, mucho más de lo que pensaba o, incluso, deseaba. ¿Quién se lo iba a imaginar? Ahora mismo, lejos de mi casa y mi gente, mi pequeño portátil se ha convertido en mi mejor amigo, aliado y facilitador de esta puerta de acceso a mi mundo, tan distante. Pero aun así, confirmo que, en cuanto vuelva a casa, el portátil volverá a quedarse apagado durante la mayoría del tiempo, porque nada, por lo perfectamente virtual que sea, puede sustituir el calor de un abrazo, una dulce sonrisa o unas sonoras risas de complicidad.


3 comentarios:

  1. Buenas tardes, Letizia!

    Veo que gracias a esto te has dado cuenta de que estás más metida en el mundo de la informática de lo que te pensabas, eh?

    La necesidad esa de la que hablas de estar informada se denomina (cuando pierdes el control de ella) FOMO [fear or missing out- http://www.urbandictionary.com/define.php?term=fomo], espero que no te pase... ;-)

    Y el resto, ahora que te has dado cuenta de cómo te pueden envolver, espero que se te quite el miedo a experimentar cosas nuevas y te abras a probar y preguntar todo lo que no entiendas. No digo que todo será útil para la vida de todos, pero al menos saber de qué se trata por si en algún momento lo podemos utilizar.

    O_=

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  2. Me encanta el título de tu entrada…

    Estoy de acuerdo con Antonio, estás más metida en el mundo de las TIC de lo que crees ¡Ahora sólo te falta un móvil tecnológico!

    Consejo: mira las fechas y los horarios de los mensajes que recibes en skype así evitas esperar durante horas en una cafetería a una persona con la que habías quedado el día anterior…

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  3. Al leer el título es imposible imaginar la cantidad de herramientas TIC que utilizas a diario pero después podemos ver que utilizas muchísimas!!! Me ha gustado mucho tu referencia a las empresas de fast fashion, es un recurso que cada vez se utiliza más, te evita muchísimas colas!

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